mayo 2024

Por las psicólogas Mariana Gallastegui y Michela Svagelj

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La maternidad a menudo nos lleva a olvidar nuestras propias necesidades en favor de las de nuestra familia y nuestros hijos. Es común observar cómo, tras el nacimiento, nuestras prioridades cambian y nos sumergimos completamente en el cuidado del recién nacido y en la crianza, dejando de lado nuestro bienestar personal. 

 

Sin embargo, es esencial recordar que nuestra salud y bienestar son igualmente importantes. El autocuidado no solo es parte integral de una rutina de bienestar, sino que también es fundamental para nuestro papel como madres y como individuos. Aunque es natural que durante las primeras semanas de maternidad nos enfoquemos en garantizar el bienestar del bebé, debemos reconocer que esta situación no es sostenible a largo plazo.

 

Es necesario encontrar espacios personales donde podamos atender nuestras propias necesidades y dedicarnos a actividades que nos llenen y nos nutran, ya sean hobbies, deportes, manualidades o simplemente momentos de lectura y relajo. Priorizarnos a nosotras mismas no nos hace menos dedicadas como madres, sino que nos permite ser más equilibradas y completas, lo cual repercute positivamente en toda la familia.

 

Nosotras, como madres, somos modelos a seguir para nuestros hijos a lo largo de su vida. A medida que crecen, nos observan atentamente y tienden a imitar nuestras acciones y comportamientos. Por tanto, es crucial que vean que mamá también se reserva tiempo para sí misma y que no siempre están en el centro de atención. Este acto no solo promueve su desarrollo de empatía, sino que también contribuye a la formación de su propia identidad y a la capacidad de distinguirse de los demás.

 

A continuación, te ofrecemos algunas estrategias de autocuidado que puedes implementar:

 

• Resérvate un momento: Es fundamental dedicar un tiempo para conectarte contigo misma y evaluar cómo te sientes. Invierte al menos 10 o 15 minutos en esta práctica. Por ejemplo, si te sientes más cómoda expresándote por escrito, toma tu cuaderno y plasma tus pensamientos, emociones, experiencias y reflexiones. Esto te brinda un espacio seguro para explorar tus pensamientos y emociones, ganar claridad y fomentar la atención plena.

• Encuentra tu propia rutina: define una acción que sea positiva para ti y comprométete a realizar regularmente. Puede ser desde una rutina de ejercicios hasta beber la cantidad de agua recomendada para tu cuerpo.

• Deja que otros te ayuden: Muchas veces pensamos que pedir “ayuda” es señal de incapacidad. Permite que otros participen en el cuidado de tus hijos, de tu hogar o de los proyectos que realices.

• Permanecer en el presente: Incluso cuando estamos pasando tiempo con nuestros hijos, estamos pensando en lo que tenemos que hacer o en lo que hicimos. Tómate el tiempo para concentrarte completamente en el presente.

• Establece expectativas realistas: Aceptar demasiadas responsabilidades puede ser abrumador y dificultar el cumplimiento de todas ellas. Aprender a decir "no" en ocasiones es esencial para tu salud mental y emocional.

• Evita las comparaciones: Cada madre tiene su propio estilo de crianza. Si bien escuchar opiniones, recibir sugerencias y leer libros puede ser beneficioso, recuerda que eres única y confía en tu capacidad para atravesar esta etapa de la mejor manera posible.

 

Referencias:

 

López. P. (2024). La Importancia del Autocuidado en la maternidad - Dra. Iratxe López. Iratxe López Psicología. 
https://iratxelopezpsicologia.com/la-importancia-del-autocuidado-en-la-maternidad/#:~:text=de%20la%20maternidad.-,El%20autocuidado%20en%20la%20maternidad%20significa…,la%20crianza%20de%20los%20hijos

 

Garita, C. (2019). Las madres tienen que velar por su autocuidado. Web UCR. https://www.ucr.ac.cr/noticias/2019/8/15/las-madres-tienen-que-velar-por-su-autocuidado.html